Connie Culp fue la primera estadounidense en recibir un transplante facial. Su rostro había quedado horriblemente desfigurado luego de recibir disparos por parte de su esposo, los cuales atravesaron su nariz, parte de su mandíbula, labios y párpados. La operación se llevó a cabo el 10 de diciembre del año 2008, durando 22 horas y logrando reemplazar el 80% de su rostro a cambio del de una mujer fallecida recientemente, Anna Kasper. Hace algunos días, Connie conoció a la familia de Anna y les agradeció profundamente su generosidad. Becky, la hija de Anna, dijo que reconocía en Connie ciertos parecidos con los rasgos de su madre.
Oscar es el primer transplantado total de cara, y este año recién pasado lucía por primera vez su nuevo rostro. Se sometió a una operación de más de 24 horas el 20 de Marzo del 2010 en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona debido a que padecía de una deformidad severa en su rostro debido a una accidente que le impedía comer, hablar y respirar normalmente. "Ahora puede mover las cejas y sonreír sin problemas" explicaba en la conferencia de prensa su cirujano plástico, añadiendo que su proceso de rehabilitación durará entre 12 y 18 meses.
La ciencia y la medicina avanzan notablemente, pero siempre llevan de la mano un debate ético. El transplante de cara no es la excepción. En el Reino Unido, los problemas psicológicos y la alta probabilidad de un fallo técnico en una operación tan novedosa han impedido que se apruebe este procedimiento. Otros países como Francia ya han dado luz verde a la operación.
La pregunta es ¿cuánto vale para una persona volver a sonreír?
Volver a sonreír puede valer mucho!
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Gustavo